jueves, 30 de enero de 2014

92'

Estaban sentados en las escaleras de su instituto cuando sono la sirena, al levantarse Ragnaria callo de rodillas, empezo a vomitar y callo de lado, Lobs acostumbrado a estas situaciones la levanto, llevo al baño y despues de enjuagarle la boca y darle un caramelo de regaliz se la llevo en brazos a su coche de color azul verdoso.
- Cariño, cuidado.- Dijo ella en mitad de un suspiro.
- Tranquila quedan veinte minutos para mi y diez para llegar.
Ella asintio convencida de que llegarian pronto a su casa.
El le iba mirando los dientes, se estba convirtiendo ya tenia la mitad de la dentadura y orejas canviadas.
- Falta poco pequeña, aguanta ¿ves nuestra casa?- miraron hacia delante, ahi estaba una inmensa casa blanca a las afueras de valencia entre una playita desertica y una montaña con un gran bosque. Lobs aparco el coche y fue a coger a Ragnaria, ya tenia las manos como patas de felina.
-Nena, te tengo dicho que te depiles mas a menudo. - sonrio.
Ella puso mala cara, no estaba para bromas, sentia dolor interno mientras todo su cuerpo se metamorfoseaba. Mientras la llevaba hacia la casa le susurraba palabras de tranquilida pero entonces mientras bajaba las escaleras el tambien cayo, ella salio despedida hacia una puerta con temporizador, actico la habitacion para una hora y media mientras el vomitaba e intentaba caminar hacia ella mientras se quitaban toda la ropa.
- Vamos, un poco mas y estaremos  salvo.
Entraron y apenas se habian metido en la habitacion cuando ella ya estaba completamente transformada en una tigresa, media casi doa metros de largo y llevaba aun puesta una camiseta andrajosa que llevaba siendo humana. El en cambio aun estaba en las primeras fases pero se convertiria en menos tiempo que ella.
Despues de un rato entre gruñidos y aullidos se relajaron aunque al intentar acercarse ella a el, gruño.
- Hey, soy yo- la conexion mental se habia abierto.
- Perdon Gatita, el instinto- le respondio el.
Siguieron hablando un rato mentalmente mientras se acurrucaban el uno en el otro. Por fin ella lo dijo.
- No podemos seguir asi, vale que todos nuestros amigos crean que soy una enferma y tienes que cuudarme continuamente, pero nos ha pasado en clase y mas  adelabte nos pasara en el trabajo, tenemos que detenerlo, tenemos que tomarnos las pastillas.
- No- dijo el absolutamente convenciso.
Entonces un monton de recuerdos acudieron a sus mentes. Desde la muerte de sus padres a manos de agentes antinaturales, hasta su conversion, habian pasado por todo tipo de sufrimiento, el necesitaba saber quien asesino a sus padres y ella no podia dejar que le matasen asi que despues de dias de busqueda, los secuestraron, hicieron todo tipo de experimentos con ellos, engendraban ADN de otros animales con los suyos y cada vez que fallaba, morian y los revivian con tecnologia alinigena, hasta que finalmente encajaron con animales, ella una tigresa salvaje y asustada, el un lobo blanco agresivo, gigantesco, increible.
Juntos mataron varias criaturas antinaturales y varioa humanos, no podian controlarse en esas situaciones, pero lo intentaron hasta que lo consiguieron, necesitaban liberarse de aquellos que les habian inpuesto esa maldicion, asi que se rebelaron y los mataron a todos, dejaron sus laboratorios vacios de personas, solo quedaba material quirurjico, medicinas que segun los doctores podrian hacer que controlasen cuando convertirse y maquinaria alienigena. Ella se habia planteado tomar la medicacion, no soportaba saber cuando tendrian que volver a casa y transformarse. Pero el no queria, el le habia prometido que lo conseguirian cobtrolar, haria lo imposible, no queria poner en peligro la vida de ella. El habia tenido que confiar una vez en ella y habia salido bien, ella tendria que confirar ahora en el, y aun que no estaba muy segura, debia de darle un voto de fe.

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