miércoles, 6 de mayo de 2015

195'

Cuando la tormenta comienza.
Era primavera, apenas habían comenzado a madurar las flores, a dar sus frutos las plantas y a resplandecer todo de colores llamativos cuando comenzó. Al principio oímos un leve murmullo, esperábamos que solo fuese una lluvia insignificante, fresca y que daba vida a toda la vegetación, pero no fue así, el murmullo era cada vez más audible, pronto comenzaron las ráfagas de viento, que al cabo de unas horas se convirtieron en cortinas de agua con remolinos furiosos, no nos preocupamos cuando debimos y al poco tiempo todo estaba destruido, nuestra casa salió volando, justo antes nuestros padres nos habían metido en el refugio, pero ya era tarde para ellos, no lo vimos, pero lo escuchamos, el viento, la lluvia los relámpagos ensordecedores y sus gritos momentaneos antes de el golpe sordo. La furia de la naturaleza siguió, no supe reconocer cuanto, pero me pareció una eternidad, creo que no me volví loca gracias a el, el chico que había estado las últimas semanas a mi lado, solo quedábamos nosotros junto a nuestros hermanos y posiblemente sus padres siguieran vivos, estaban muy al sur de allí, pero después de lo vivido, pensé que quizás nadie estaba a salvo.
Cuando paró la tormenta salimos los cuatro del cobertizo que estaba medio inundado, al ver nuestra vieja casa echa añicos no pude evitar derramar unas cuantas lágrimas.
-Pequeña, tenemos que seguir, ir a por mis padres y ver que hacemos, por favor deja de llorar.
Le sonreí con toda la buena voluntad que pude, me limpió las lágrimas y nos pusimos en camino a su casa.
Todo estaba derruido apenas quedaban coches en pie, la mayoría estaban hechos migajas. Cogida de su mano caminamos durante horas, nuestros hermanos habían ido a ver a sus respectivas parejas, prometimos avisarnos de cualquier novedad, al menos los móviles funcionaban.
Entonces fue cuando lo vi, una estrella fugaz, cerca, muy cerca de la tierra, cada vez se acercaba más hasta que vimos el impacto, esa fue la primera de millones que la precedieron, estábamos asustados, teníamos frío y el camino parecía cada vez más largo.

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