viernes, 18 de diciembre de 2015

221'

El no debía estar allí, pero lo estaba y yo no podía apartar la mirada, mis dedos deseaban trazar las líneas de su rostro,  tocar la inclinación de su labio superior sobre el ligeramente más lleno labio inferior.
El lobo sonrió y se inclinó, colocando sus manos sobre mi, con su olor característico.
—He estado pensando en ti toda la noche…

No hay comentarios:

Publicar un comentario