miércoles, 18 de junio de 2014

Cine.

Era una tarde de primavera, la temperatura rozaba los 30 grados pero el cielo estaba nublado.
Nos dirigiamos al cine a las seis de la tarde cuando vi en sus ojos ardientes de deseo lo que queria de verdad. Poseerme. Me paso el brazo por la espalda, me acerco a el con fuerza y me beso apasionadamente. El roze de sus labios me hizo arder. Pronto estabamos enlazados en unos fogosos besos, bajo desde mis labios a mis barbilla acabando en el cuello con pequeños y precisos besos que me hacian estremecer. Mordio.

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